sábado, 14 de febrero de 2015

CRÓNICAS DE LAMIA.


        SAN VALENTIN EN SUEÑOS


Me levanté de la cama solitaria, y salí a toda prisa a la calle, ya en la plaza, pregunté por ti a la madrugada, Ella, me respondió que no sabía... Un frío atroz entró en mi cuerpo, nevaba en la Colonia; de pronto miré hacia la ventana de nuestra habitación, allí estabas tú, me mirabas ahora descorriendo el visillo que se movía lentamente; un cuerpo se encendió de golpe, a continuación miré al cielo blanco, plomizo, austral;

entonces,

desaparecí en la noche hacia ti, buscándote
abrasado, feliz, subí a la Casa del Amor;
deseoso de abrazarte,  ahí estabas,
desnuda, horizontal, hermosa
en la luz cenital de la noche.
Entramos en el goce
ya sin posible retorno, más tarde,
en llamas, agonizamos
hasta que asomó el alba, y
recomenzó el día;
oímos
sus tañidos, luego me levanté en silencio, pues dormías profundamente, y me puse a escribir este poema, Lamia, este poema que es sólo para ti.









1 comentario:

  1. Precioso poema e intrigante Lamia.
    Cada vez me gusta más cómo escribes.
    Un abrazo romántico empedernido.

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