lunes, 25 de mayo de 2015


TUS MANOS
 
A Carmen M. Cantabella

 

 

Esta madrugada

tú eras

un excelso poblado de pájaros;

tus manos

mientras rozaban las mías,

ascendían con voluptuosidad

hacia el centro del poema

(del deseo).

Ellas son (tus manos),

el cántico de nuestras noches.
 
 

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