martes, 2 de junio de 2015

            A PROPÓSITO DE LOS DESPROPOSITOS Y OTRAS PITADAS EN ESTE PAÍS LLAMADO ESPAÑA

En los últimos días no cesa mi teléfono móvil y el correo electrónico de recibir mensajes con la intención de firmar proclamas y demás a favor de cierto precepto que no tengo claro. Vaya por delante que mi concepto de patria es muy difuso, casi evanescente, pero quiero decir también que creo por encima de todo en el respeto humano, es decir, el respeto al otro, como individuo, como ciudadano, y que los ciudadanos debemos respeto a nuestros dirigentes, a nuestras instituciones y derivados.
Esta primera consideración viene evidentemente como respuesta mía a los acontecimientos acaecidos en el enfrentamiento deportivo entre el F. C. Barcelona y el Athletic de Bilbao, en el Nou Camp, la gran pitada que recibió el himno nacional español, en presencia del neorey, D. Felipe VI. Esta es una situación que se viene repitiendo desde hace un tiempo, este tira y afloja, entre ‘cataluñistas’ y ‘españolistas’. Yo estoy seguro que a la mayoría de los ciudadanos de España poco les importa este acontecimiento puntual, a los ciudadanos de a pie lo que realmente nos importa de verdad es que nuestros gobernantes, el rey y demás entes, se dediquen  exclusivamente  a las cosas importantes de este país: España es un país descompuesto absolutamente por la crisis económica muy mal gestionada por los últimos gobiernos, además, estos gobernantes actuales y futuros, deberían de aplicarse el cuento y dedicarse a los grandes temas de Estado: como castigar seriamente a la cantidad de chorizos políticos que han aflorado, y han saqueado las arcas públicas, en definitiva, a mirar con lupa los verdaderos problemas como el paro, la inmigración, las prestaciones sociales, ayudas a los autónomos de la pequeña y mediana empresa, desahucios, cuidar la sanidad y educación pública, cultura, y miles de problemas que asolan a los ciudadanos españoles, y sobre todo, que arreglen sus desencuentros partidistas en pro de una estabilidad social y política, ya que nunca jamás en este país los políticos han estado tan poco prestigiados.
A estas alturas, a mí como a la mayoría de los españoles, poco nos importan ya las siglas, pues la mayoría de los ciudadanos nos hemos desencantado con la política, con los partidos en los que creímos y nos hicieron creer (esto se ha hecho evidente en las últimos elecciones municipales y regionales, con la fuga de votantes desconcertados absolutamente).
 Ahora sólo nos resta que el día a día en este país mejore en beneficio del ciudadano, y de los muchos contribuyentes que vendrán, como nuestros hijos que van creciendo, nietos y demás familia, ciudadanos en los que yo creo absolutamente y se merecen el respeto que algunos de nosotros no hemos tenido de nuestros últimos gobernantes.
 Por tanto, seguiré sin contestar a los mensajes telefónicos, pero lo que sí voy a hacer es poner en el perfil de mi whatsapp o redes sociales o donde me de la real gana este lema: LA VERDADERA PATRIA ES EL CIUDADANO.



                                                                                                              José Cantabella





                                     (Valla de la serie: Reformas, de Carmen Cantabella)

                                                               (300 X 600 cmts.)
                                              


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