martes, 23 de junio de 2015

COMUNICADO INTERIOR
                     
La verdad es que la primera vez que nos llegó un Comunicado Interior al departamento nos sentimos aliviados y al mismo tiempo desilusionados, sobre todo yo, después de tanto pensar en él, yo que tanto lo había esperado... Creo que formaba ya parte de nosotros a pesar de no conocerlo, no existía día que el jefe no lo nombrara de alguna manera, no había jornada que no me acordara del anhelado Comunicado Interior.
            Con el tiempo nos hemos ido acostumbrando a quererlos, a sentirlos y disfrutarlos, la verdad es que nunca será lo mismo, nunca, (y es justo decirlo), como la sensación que tuvimos al recibir el primer Comunicado Interior.
El primer Comunicado Interior es como el primer amor, como esos atardeceres rojizos y naranjas de una playa desierta al caer la tarde junto a ese primer amor; mientras que los Comunicados Interiores que llegaron después son como esos matrimonios rutinarios donde un día sustituye a otro y qué hacemos mañana de comer cariño.
             Me acuerdo perfectamente del día que el jefe nos dijo que a partir de ese momento se suprimían las reuniones de personal, se mandaría un Comunicado Interior informando de los asuntos relacionados con el departamento, se terminaban esas reuniones donde después de acabadas íbamos a cenar con los compañeros, y más tarde nos emborrachábamos como cosacos por los bares de la ciudad. Los Comunicados Interiores acabaron con las reuniones, lo cual por un lado nos disgustó, pero por otro lado podríamos gozar de los maravillosos Comunicados Interiores a partir de ahora.
            Nunca supimos quien traía los Comunicados Interiores, suponíamos quien era, pero todos nos lo callábamos por miedo a que... De pronto, una mañana al llegar a nuestro puesto de trabajo los veíamos pegados en el tablón de anuncios, ahí estaban mirándonos, auscultándonos y al mismo tiempo esperando  pacientemente que los leyéramos. 
            Ahora estoy muy triste porque ha pasado mucho tiempo sin que nos llegue un Comunicado Interior, me gustaría que por lo menos nos mandaran uno a la semana, para poder mejor llevar este fuego que corre al anochecer por nuestro interior. Por otro lado nos sentimos tranquilos porque sé que no faltará mucho para que llegue el próximo Comunicado Interior. Llegará y nos dará la paz que nos hace falta, pero sobre todo nos dará la alegría para poder seguir trabajando.

                                   Relato publicado en El Periódico El Noroeste el 13-11-2.010





                                                                        



No hay comentarios:

Publicar un comentario

UNO Me fui ovillando, es decir, me marché a la isla. Entonces, como si nada, como si todo, nacieron los poemas para este Cua...