miércoles, 22 de julio de 2015

MI DULCE Y AMADA SERPIENTE


                        A Carmen Molina Cantabella, por supuesto


De valle en valle va, de bosque en bosque vuela
dando vida a las flores con su nueva pasión
(Lamia. John Keats)




Nunca tuve un amor
que fuese cómplice, amiga,
todo lo imprescindible
para luchar contra esas otras
enemigas, que ahí anduvieron,
en la luminosa corona de Oberón.
Ninguna fue, sin duda,
como tú, mi querida, Lamia,
mi bien amada serpiente,
mi serpiente más amorosa,
la que supo como nadie
acompañarme, feliz,
a la bella ciudad de Corinto.


(Imagen: Lamia. Anna Lea Merritt)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UNO Me fui ovillando, es decir, me marché a la isla. Entonces, como si nada, como si todo, nacieron los poemas para este Cua...